- ¿Para qué escribir?
Personalmente escribo para
posicionarme de una manera más sólida ante el mundo. Para convertir los torpes
esbozos del pensamiento en conceptos más o menos claros. Cuando escribo relleno
huecos, pongo cosas sobre los espacios en blanco.
Claro que escribir poemas es
distinto. Rara vez me han aclarado algo, al contrario, suelen opacarlo todo.
Escribo poemas para liberar un exceso, cierta negatividad que se mueve como
bacterias en mi cabeza. Sin la escritura sería un tipo malhumorado y hosco
(Freud baila en su tumba). Eso en principio. Después tengo muy presente un
fragmento de Steiner: “el lenguaje es el instrumento que tenemos para negar el
mundo”, instrumento que generalmente se utiliza para reafirmarlo, claro, pero
siempre guarda una potencia destructiva. La manera en que disponemos de esa
herramienta define si somos individuos que problematizamos/dinamizamos nuestra
relación con las estructuras políticas, éticas y económicas o si decidimos
dejarlo todo tal y como está. Me gusta pensar que escribo para fabricar pájaros
llenos de explosivos que estallarán luego cerca de alguien y lo
sobresaltarán. Pero también cabe la
posibilidad de que mis supuestos kamikazes sean sólo pollitos de colores que
morirán a los dos días de nacidos.
- ¿Desde dónde te planteas
la hechura de un poema?
Últimamente sólo puedo
plantearme la escritura de un poema como parte de una serie, de algo más
extenso. Para escribir necesito construir la estructura conceptual que
sostendrá el entramado textual de lo que voy a realizar, lo que supone
actualizar mi noción de los elementos que pueden conformarlo. Eso me da la pauta para seleccionar los
materiales con los que trabajaré. Una vez que lo hago, todo lo que escribo
tiene una calibración similar durante el tiempo que dura mi proyecto. Suena
demasiado maquinal, pero en realidad es más inestable de lo que parece. El azar termina siempre irrumpiendo en mis planes como un velociraptor.
- ¿Crees que la escritura
representa plantearse un proyecto temático?
Hablando de un poema, pienso
que el tema es sólo un potenciador, lo interesante ocurre después. Es decir,
puedes perfectamente arrancar teniendo claro que escribirás sobre la
reproducción de los caracoles de agua dulce, pero en realidad eso significa muy
poco. Lo que importa es saber cómo vas a trabajar el texto ¿Qué tono requiere?,
¿qué ritmo?, ¿cómo generarás las tensiones que lo mantendrán en pie?, ¿buscarás
una forma estable o inestable?, ¿abrirás paso al lirismo o vedarás esa posibilidad?
- ¿Es posible escribir sin
influencias de otros escritores?
Imaginemos que es posible.
Primero tendríamos que haber sido criados en una cabaña lejos de todo, nacido
durante una misión espacial o ser parte de una familia de náufragos. Pero
entonces, lo más probable es que lo último que se nos ocurriría es tomar una
pluma y escribir (a menos que nuestros padres tuvieran un ejemplar, digamos, de
Moby Dick, que desde luego nos volaría la cabeza, y después de eso
escribiéramos una novela en la que irremediablemente resonaría la voz de
Melville, y de paso, de Hawthorne).
Pretender escribir sin
influencias es simular que nuestras ideas son obra exclusiva de nuestro
ingenio. Estamos día con día —consciente o inconscientemente— asimilando a
otros y transformándolos. Escribir es y ha sido siempre formar parte de un
proyecto colectivo. Incluso el más simple de los textos está poblado de
múltiples voces y fantasmas.
- ¿Qué piensas del uso de la
palabra “generación” para delimitar ciertas inclinaciones estéticas?
Para efectos prácticos es
impagable. Es más fácil meter a veinte autores en un bloque que analizarlos por
separado. Pero en realidad hay algo que falla en esa clase de reduccionismos:
las singularidades se cancelan (lo mismo ocurre con nociones como Poesía
Mexicana, Poesía Latinoamericana, etc.). El hecho de compartir una realidad
social en una etapa vital similar, con todo lo que eso implica, no significa
que las escrituras tengan demasiado en común, más allá de algunas coincidencias
obvias. Una generación no es un cuerpo, es muchos cuerpos, e incluso
tumoraciones sobre esos cuerpos. Si José Eugenio Sánchez y Mario Bojórquez
pertenecen a la misma generación, entonces podemos suponer que la fecha de
nacimiento no es la mejor opción para agrupar a los poetas.
- ¿La poesía es algo fugaz?
Tengo cuatro respuestas para
eso:
a)
Lo que sabemos acerca de la poesía es una distorsión.b) La poesía es un cesto vacío que puede ser llenado con n cantidad de basura.
c)La poesía se encuentra en constante cambio, de manera que intentar determinar sus cualidades es siempre impreciso. Un ejercicio desfasado.
d) Todas las anteriores y ninguna.
- ¿Técnica o inspiración?
Inspiración, por supuesto. Y
esencias. Escribir desde las entrañas. Escribir llorando. Y pararrayos
celestes. Invocaciones. Misterio. Y delicadas musas. Heridas que no cierran. Y
el oficio de arder. Revelación. Epifanía. Y una máquina del tiempo que nos lleve
al siglo XIX, Marty.
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